miércoles, 2 de noviembre de 2011

Y me gustaría poder reducir mis cinco sentidos en uno, pudiendo sentirte como algo entero. Y hacer que las mariposas de tu estomago sean eternas y poder compartir la sensación mientras te miro. Y que con un solo roce de mi piel lo sintieras todo, descubriéndose así todo cuanto en su momento escondí pero que ha ido creciendo tanto que ya no cabe en esta prisión interna, fundiendo tu aliento con el mio.

Tan solo seremos libres cuando no haya mas que perder

Las carcajadas fluían de mi garganta a un nivel casi espasmodico. Los latidos de mi corazón parecían seguir el ritmo de la batería, el suelo temblaba con cada salto, las luces se fundían con la música y cuando sonó la canción llegó el climax, convirtiéndose así, en unas de las mejores noches desde hacía mucho tiempo.