Le doy a la flecha y releyendo viejos pensamientos, vuelven a aparecer apegos antiguos, historias dignas de la más profunda canción de amor, merecedoras de contárselas a mis nietos.
Mi mente ha sufrido catástrofes, victorias, recaídas, subidas de tono, mentiras piadosas y verdades dolorosas; el más sincero dolor y el más abismal desprecio por si misma; todo y nada a la vez; ellos, ellas, yo y ella. Y todo en 24 horas.
Si tiene que pasar algo que pase, pero por favor que pase AHORA.
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